Amarillo: el color del sol

Decorando con amarillo

Vuelve con fuerza un color que siempre ha estado presente en decoración y que ahora viene para reconquistar nuestro hogar. Lleno de energía, de optimismo y vitalidad, según las estadísticas, el amarillo es un color que gana adeptos con la edad y uno de los colores por los que más se decanta la gente a la hora de pintar en casa debido a su luminosidad y calidez. Además fomenta la comunicación y el buen humor. ¿Quieres saber más?

El amarillo es un color que nos ayudará a crear espacios muy cálidos y acogedores en nuestro hogar y a intensificar al máximo la luz natural de cualquier rincón. Versátil y perfecto para dormitorios, comedores, habitaciones infantiles, salones, salas de estudio, cocinas… cualquier estancia acogerá bien éste tono capaz de transmitir optimismo y felicidad. No en vano es uno de los colores que tradicionalmente más se han utilizado en interiores.

Existen infinidad de matices que conseguirán crear sensaciones muy distintas y, según el estilo o el destino que queramos dar a la habitación, serán más o menos adecuados. Los tonos más vainilla son ideales para estancias de estilo más tradicional con muebles en colores madera o con muebles blancos para habitaciones de bebé donde buscamos crear un ambiente calmado y dulce. También resultará perfecto para conseguir mejorar nuestro descanso. En cambio los tonos más ácidos vendrán bien para habitaciones de estilo más moderno o juvenil porque aportarán frescura y un toque divertido. Los tonos mostaza o amarillo intensos son una opción perfecta para aquellos más atrevidos que quieran dar un toque diferente a su hogar. Úsalos en pequeñas dosis combinándolos con otros tonos más claros para darle protagonismo a alguna pared o rincón pero evitando que resulte demasiado pesado y cargante.

El amarillo va bien con todos los tonos madera, desde los más oscuros como el caoba hasta los colores más claros como el pino o el arce pero también con muebles blancos si queremos crear un ambiente más fresco. Combina bien con multitud de tonos pero si nos gusta una paleta que contraste lo uniremos a azules y violetas mientras que si apostamos por una mayor unidad el naranja será el color complementario perfecto con algún toque de verde. Si no te atreves con las paredes o te decantas por los tonos más neutros y claros apuesta por el amarillo fuerte en complementos como cojines, ropa de cama o cortinas y seguro te encantará el resultado obtenido.

En las imágenes puedes ver dos salones que hemos pintado en dos tonos muy diferentes. El contraste que ejerce el amarillo sobre los muebles madera y blancos cambia mucho según el tono de pared escogido, pero en ambos casos resulta muy natural y luminoso. El tono más intenso aporta modernidad y mucha frescura, mientras que el vainilla nos transmite calma y es más tradicional. También es un color perfecto para habitaciones juveniles si lo combinas con tonos piedra, blanco y/o moka y en cocinas de estilo tradicional.

Apuesta al amarillo esta temporada y… ¡seguro que tu hogar gana!

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